Se trata de comportamientos alterados o que causan molestias para la convivencia, como: agresividad, miedo, fobia, ansiedad, hiperactividad, vocalizaciones, destructividad, eliminaciones, conductas repetitivas...
Muchas veces generan sufrimiento al animal, disminuyendo su bienestar.
Descubre cómo trabajamos ante un problema de conducta.